En el día mundial de los vencejos te mostramos el privilegiado lugar que eligen estas hermosas aves para nidificar, oculta en la Sierra de los Comechingones existe un recóndito lugar que es elegido por estas aves para habitar, la Cascada de los Vencejos. Estas aves pertenecen a la Familia Apodidae, cuyo nombre significa “sin patas” debido a que las mismas son muy pequeñas. Viven en grandes grupos y sólo se posan para descansar y atender sus nidos, generalmente sobre rocas. Aunque recuerdan a las golondrinas no están emparentados entre sí, sino que su forma corporal similar se debe a adaptaciones a los hábitos que poseen.
De las nueve especies presentes en Argentina, tres se encuentran en San Luis.
Los vencejos poseen alas angostas, muy curvadas y terminadas en punta, lo cual los convierte en voladores muy veloces y buenos planeadores. La capacidad de vuelo y maniobra en el aire les sirve para no ser una presa fácil de aves rapaces y para ser excelentes cazadores de insectos, regulando las poblaciones de los mismos y evitando que crezcan demasiado. En época reproductiva las parejas se encuentran en el aire y copulan en vuelo, retornando a tierra solo para empollar los huevos y criar a los pichones. Muchas especies de vencejos construyen sus nidos adheridos a paredones de roca con barro o su propia saliva
La cascada fue bautizada por guías con ese nombre por los vencejos que habitan cerca y detrás del salto de agua. Allí tienen sus nidos y cuando alguien se acerca comienzan a volar por las sierras generando un momento increíble de contacto pleno con la naturaleza. Está ubicada en la Reserva Florofaunistica Rincón del Este, es un lugar prácticamente virgen que recibe muy pocas visitas por las dificultades de su acceso. Para llegar se parte desde la reserva en dirección al Salto del Tabaquillo. El camino es muy agreste y se observa mucha vegetación a medida que se avanza. Habitado por flora y fauna autóctona el lugar es custodiado por zorzales, cóndores, águilas y varias especies más. Al acceder en gran parte por el arroyo, se cuenta con agua potable durante todo el camino. En algunas partes del camino es necesario usar las cuatro extremidades del cuerpo para atravesar algunas rocas. Después de dos horas de caminata y 6 km se llega a la base del Salto del Tabaquillo, de 18 metros de alto y ubicada a 1480 m.s.n.m. Para seguir subiendo, una forma es trepar por una pared natural de piedra haciendo rappel por 35 metros. El visitante quedará maravillado de vivir la experiencia de ascender a medida que el agua del salto cae debajo de sus pies a la olla. Los vencejos son aves que habitan detrás del salto de agua. Allí tienen sus nidos y vuelan a toda velocidad por las quebradas mientras cantan. Un espectáculo que solo muy pocos tienen la suerte de haber presenciado. Una vez que llegamos a la cascada también nos asombrará la Olla Esmeralda. El agua del arroyo El Molino ha erosionado la roca de granito por miles de años dándole una forma particular.El lugar sorprende por la cantidad de vegetación que posee. Se pueden apreciar enormes cortaderas y árboles como el coco, molles y tabaquillos. También aromáticas como poleo, paico, menta, peperina.
Se puede contratar en la Villa de Merlo en una agencia de viajes.
Es un trekking de dificultad alta debido a las exigencias que presenta, es necesario ir acompañado con un guía habilitado. Se realiza de forma personalizada para garantizar la completa seguridad de todos. Solo pueden ir grupos de 10 personas como máximo y se hace en un horario donde no hay concurrencia en el lugar y el calor no agobia. Se trata de una excursión de casi cinco horas dentro de las cuales hay una buena cantidad de descansos y se avanza a un paso fácil de seguir por cualquiera.
Fuentes Infomerlo fmconlara
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