Guayacán, Un árbol lleno de misterios.

El “árbol de la vida”, como lo llaman los lugareños, se encuentra en el parque provincial Bajo de Véliz, un lugar situado a 20km de Santa Rosa del Conlara, provincia de San Luis (Argentina).

En realidad, se trata de dos ejemplares de Guayacán, Caesalpinia paraguariensis , que crecen con sus troncos entrecrusandose hacia el cielo.

Su flor es amarillenta-anaranjada, se destaca entre la vegetación circundante. El árbol carece de espinas y sus hojas son pequeñas.

Naturaleza sanadora.

Considerado por los lugareños como un “árbol mágico”, no sólo se le atribuyen estas propiedades curativas, sino que además es considerado como un “escudo protector” frente a los males que pudiesen afectar a los niños recién nacidos.

Se le atribuyen propiedades curativas y de buenaventura, algunos niños del bajo realizan artesanías con sus frutos para vender a los visitantes. Las comunidades originarias del distrito chaqueño se han servido de los recursos que provee este árbol, desde su aprovechamiento forestal hasta productos empleados con fines medicinales. Se han utilizado sus hojas, frutos, semillas, e inclusive su corteza, para tratar diferentes afecciones como tos, resfrío, reumatismo, dolores estomacales, neuralgias reumáticas y hasta para disipar coágulos de sangre producidos por golpes.

Sus orígenes.

En San Luis se encuentra prácticamente ausente, sin embargo el famoso guayacán puntano ya era “el árbol de la vida” en 1885. Se desconoce cómo llegaron estos ejemplares relictuales al parque de Bajo de Véliz,siendo esta su distribución mas austral del mundo, ya que no se reproduce mediante semillas, dando lugar a diferentes teorías acerca de su origen, desde que fue traido por aves migratorias, por comunidades originarias o la mas probable, de que se trata de una población relictual de una mayor que habia en el pasado.

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